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Citytour con Gaz Alazraki

La Anzures es la colonia favorita de Gaz Alazraki, director del filme Nosotros los Nobles y de la nueva serie de Netflix Club de Cuervos. Conoce las calles de memoria, y hasta nos guio por atajos. Aunque en realidad nunca anda en coche, prefiere la bicicleta y el transporte público. En la Anzures, Gaz es cliente asiduo de algunos comercios, especialmente de restaurantes como el Tandoor, donde el chef lo recibe con abrazos y sabe de antemano sus platillos preferidos. A Gaz no le gusta encerrarse en una oficina, y convoca a juntas relajadas en restaurantes de la zona. Por ahora está enfocado en Club de Cuervos, una cómica mirada al futbol profesional mexicano, en la que actúa Luis Gerardo Méndez. Es la primera producción en español hecha ex profeso para este servicio de streaming. “Es lo más parecido que habrá a una secuela de Nosotros los Nobles. “Es una serie donde no hay a quién irle, todos son malos y buenos, te identificas con los personajes de tal forma que los entiendes, hasta cuando hacen cosas horribles”, dijo. El rodaje se llevó a cabo en tres meses, por lo que trabajaron a marchas forzadas. Algunas veces, los guiones no estaban listos y tuvieron que improvisar. El resultado, en palabras del cineasta, fue visceral y realista. Además de la Anzures, nos llevó a recorrer sitios por los alrededores, a los que también va con frecuencia. Aquí, el reportaje del paseo. “Es muy fácil ver el microcosmos que es el DF, como una gran representación de todo el país.” Tandoor Copérnico 156, Nueva Anzures El Tandoori chicken, tikka masala y la sopa de lentejas son algunos de los platillos preferidos de Gaz en este restaurante. Le gusta compartirlos al centro de la mesa y comerlos de forma tradicional: con nan, una tortilla de harina de trigo horneada, que puede llevar ajo, cebolla, mantequilla o queso. Cuando el chef Riaz Ahmad, de origen pakistaní, se acercó a saludarlo, Gaz le contó de la ocasión en que viajó de mochilazo a India, de cómo allá le enseñaron a preparar un chai tradicional y hasta de la época en que estudió cine en Estados Unidos, con el pretexto de que dirigiría comerciales; charlaban como viejos conocidos. Museo Tamayo Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec “Para mí, entrar al Tamayo es como bucear, puedo olvidarme un poco del mundo exterior”, dijo Gaz mientras recorría la expo “Superposiciones: Arte latinoamericano en colecciones mexicanas”, que actualmente exhibe este museo. Una vuelta por sus salas le ayuda a fluir en creatividad. El restaurante del propio Tamayo también le parece un buen lugar para almorzar, entre sus platillos preferidos están los huevos benedictinos y el bagel de queso crema con salmón. Le gusta tanto perderse en los museos que hasta imagina que Ciudad Universitaria –especialmente el MUAC– podría ser el escenario perfecto de un thriller, por los detalles puntiagudos de su construcción. “A Hitchcock le encanta que el primer acto de sus historias sea en un lugar icónico, para mí sería algo como la Central de Abasto, el Estadio Azteca o la UNAM.” Bosque de Chapultepec Paseo de la Reforma s/n Gaz no tiene auto, y para desplazarse utiliza Ecobici. Casi siempre pasa por la llamada “Puerta al paraíso de los ciclistas”, en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, que conecta a las colonias Polanco y Condesa. Cuando no lleva mucha prisa, hace un alto para apreciar el bosque, al que ve como uno de los pocos espacios verdes en el DF, que comúnmente luce sepia. El gusto por el pedaleo lo trae desde pequeño, cuando se lanzaba en bici desde una colina empinadísima, mientras sus amigos paraban el tráfico. Rococó Café Espresso Juan de la Barrera, esq. Parque España Cerca de la Anzures, en la Condesa, se localiza esta cafetería que sirve de sala de juntas para Gaz. Acostumbra pedir un croissant sencillo y una taza de café de sifón japonés –método de extracción artesanal con el que se obtiene el líquido por goteo– o un chemex, tipo americano, con leche de almendras y sustituto de azúcar. Cuando se escapa de la chamba le gusta ver cómo preparan el café, y platicar con el propietario y los baristas acerca de cómo se catan los granos. Cine Tonalá Tonalá 261, Roma Como amante del cine y director de largometrajes, Gaz descubrió en este sitio un oasis para ver buenos filmes. “Es una gran oportunidad para el cine de arte e independiente mexicano, además, la comida es buena, y te encuentras con contemporáneos amantes de las artes”, comentó mientras bebía un mezcal con jengibre en la sala de proyecciones. Le gustaría que existieran más lugares así, que además ofrecieran libros y servicio de streaming internacional. “Es muy fácil ver el microcosmos que es el DF, como una gran representación de todo el país".