Русские видео

Сейчас в тренде

Иностранные видео


Скачать с ютуб EL DIA QUE ESTREMECIÓ A LA BURGUESÍA: EL ATENTADO DEL LICEO (1893) в хорошем качестве

EL DIA QUE ESTREMECIÓ A LA BURGUESÍA: EL ATENTADO DEL LICEO (1893) 3 года назад


Если кнопки скачивания не загрузились НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу страницы.
Спасибо за использование сервиса savevideohd.ru



EL DIA QUE ESTREMECIÓ A LA BURGUESÍA: EL ATENTADO DEL LICEO (1893)

Puedes compartir nuestros videos:    / @barcelonamemory   Si quieres colaborar con una pequeña aportación para el mantenimiento del canal: https://es.tipeee.com/barcelona-memory. El atentado del Liceo (1893) fue directamente a impactar en el “Sancta sanctorum” de la burguesía y tres años más tarde (1896) fue directamente a atacar al Clero con la explosión de una bomba durante la procesión del Corpus. Santiago Salvador Franch nació en Castelserás, una pequeña villa del Bajo Aragón de unos 2000 habitantes (Calle Alta 55) en una familia de campesinos carlistas (1865) El Liceo era el símbolo de la pujanza burguesa de Barcelona. Los ricos, con la excusa de la lírica, iban a cerrar negocios y dejarse ver, era, como dice Permanyer, la catedral de la burguesía. En el Liceo no sólo se representaban óperas, también se hacían bailes de gala, de disfraces, bailes de máscaras o puestas de largo de las señoritas de la alta sociedad barcelonesa... El 7 de noviembre de 1893 se abría la temporada 1893-94 del Liceo. Se inauguraba el restaurante y se iba a representar Guillermo Tell, de Rossini. Santiago tras pagar las 2 pesetas en la taquilla, entró en el teatro por la puerta de la calle Sant Pau que llevaba al 4 y 5 piso. Eran las 22,15h, 3600 espectadores abarrotaban el Liceo. Se estaba desarrollando el segundo acto, un momento cumbre de la representación. En un “visto y no visto” Salvador, tiró dos bombas al patio de butacas cayendo la primera en el respaldo de la butaca 24 de la fila 13. Se vivieron momentos de pánico. El impacto reventó una de las dos grandes lámparas cayendo los cristales sobre los espectadores. La segunda bomba cayó sobre el regazo de la señora Cardellach, y de ahí al suelo. Afortunadamente, no explotó. Ella, su marido y su hija habían muerto en la primera explosión, Le esposa de Santiago Rusiñol también resultó herida. Los muertos y heridos se situaron en el Salón de los Espejos. Murieron 10 hombres y 10 mujeres. Al día siguiente Barcelona era una ciudad triste. Todos los diarios publicaban las esquelas de las víctimas y condenaban el atentado, “El Noticiero Universal” acusaban a la policía de ineficaz. El día 10 a las 3 de la tarde, Santiago subió a lo alto del monumento a Colón para ver con perspectiva la larga comitiva del entierro desfilando por la Rambla con los 12 féretros de las victimas. Se cuenta que dijo :“lástima no tener más bombas!!. Lo detuvieron el 1 de enero de 1894. Iba armado con una pistola y al ser descubierto dijo !soy anarquista, mueran los burgueses, viva la anarquía! Y acto seguido se pegó dos tiros con una pistola de 15 cm: en el abdomen y el costado derecho cerca de la cadera. Bajo la almohada encontraron también un frasco con veneno. Acabó en la cárcel de la Reina Amalia llamada coloquialmente cárcel d´ Amalia. (Amalia era la tercera esposa de Fernando VII, rey que implantó la pena a garrote vil). La ejecución se iba a llevar a cabo en la plaza dels Corders, hoy plaza Folch i Torres. Las ejecuciones eran un espectáculo público muy apreciado. Llegaron gentes de toda Cataluña para ver al “monstruo”. Se habilitó transporte público anunciando su trayecto; “al patíbulo por dos reales”. Los burgueses curiosos ya lo habían visitado en la prisión. A las 8 de la mañana del 21 de noviembre de 1894 Santiago Salvador iba a ser ejecutado aunque ya desde las 6 de la mañana había gente en la plaza guardando sitio para ver de cerca el acto. El reo debía morir a garrote vil y su cadáver debía ser expuesto hasta la puesta de sol. Tomó fuerzas y volvió a gritar: “¡Viva la anarquía! ¡Mueran todas las religiones!”. Y empezó a cantar las primeras estrofas de un himno revolucionario. Luego, dirigiéndose a Nicomedes, el verdugo que accionaba el garrote en torno a su cuello, agregó: “No me aprietes tanto, que me haces daño”. Instantes después, Salvador dejaba de existir. Nicomedes Méndez era el verdugo oficial de la ciudad (entre 1877 y 1908). Era, curiosamente, un dicharachero vecino del barrio de La Salud y cultivador de rosas en sus ratos libres. Por la ejecución recibió 20 duros. Tras el atentado se suspendió la temporada de óperas, se rehabilitó el Liceo y en enero se abrió de nuevo y durante un tiempo, sólo se hicieron conciertos. Todos los burgueses se situaban en la zona evitando la zona izquierda, donde habían caído las bombas. Los asientos donde hubo víctimas quedaron sin ocupar durante algún tiempo... Dos anécdotas: Gaudí, en la capilla del Rosario de la Sagrada Familia muestra la escultura de un extraño niño portando una bomba Orsini Nuestro amigo Jesús Fraiz creador de la web “La Barcelona de antes” no ha aportado la siguiente información: Durante la guerra civil se puso el nombre de Santiago Salvador.

Comments