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La Pequeña Defensa del Trovador - Diego Zarat 6 лет назад


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La Pequeña Defensa del Trovador - Diego Zarat

La Pequeña Defensa del Trovador Letra y música: Diego Enrique Zarat García 22 años de edad Guatemala Músico independiente Paso tras paso y obligado a no caer, urdiendo un amplio renacer de flores nebulosas distintas y acuosas; vinieron días luego de tribulación y ante la horda de preguntas, solo una respuesta: carne y luz dispuestas. No vengo a dar ningún sermón de verdad ni absolución. Yo solo imito al humo de estación, lúcido y disperso. ¿O es que acaso soy el hálito de un dios, despojado y tuerto? Voy sembrando espejos, y cosecho desde atrás cepas de reflejos: caen y van, ruedan, no están, se hizo esquirla el día, de alquitrán. Miro a lo lejos por vos y adivino dónde estás; corro al mar detrás del mar. Procrastinando el día en que debo partir, me decidí a ver el follaje del tiempo presente con la savia ausente. Se alzaron tumbas antes de extinguir la sed y se enterraron cautelosos sin que alguien los viera ni el dolor siquiera. No soy ningún libertador, ni siquiera un buen cantor o por lo menos un gentil señor que sepa del mundo. Pero en tanto llegue, me toca inventarme de orbes errabundos Llueven más espejos del futuro y desde atrás. Nunca escampa el cejo, bruma de encanto, sin vanidad. Lagos de obsidiana y de vitral vibran de vida; ¡Y, atroz! Me despierto sin la paz de cantarte en libertad. Soy una especie de gorrión y hasta en mi propia prisión soy un mendigo de la vocación que abrigó a mis muertos. Y con aires de saber del porvenir, sueño de ojo abierto. No vengo a dar ningún sermón de verdad ni absolución. Yo sólo imito al humo de estación lúcido y disperso. ¿O es que acaso soy el hálito de un dios, despojado y tuerto?

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