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Pradoluengo - Pueblos con encanto en 4K

Pradoluengo en el Valle de San Vicente de la sierra de la Demanda, es un municipio de la provincia de Burgos, junto con la localidad Garganchón, formando parte de la comarca de Montes de Oca y del partido judicial de Briviesca. Tribus celtibéricas como los autrigones y los berones, habitaron estas tierras, siendo repobladas entre los siglos IX y X por vasallos vizcaínos y alaveses de varios nobles castellanos, proviniendo de esa época abundantes topónimos en euskera. Durante la baja Edad Media este Valle de San Vicente perteneció al mayorazgo de los Condestables de Castilla. Por decreto de Felipe V se constituyó como villa en 1720 y durante el siglo XIX tuvo su máximo esplendor económico por la industria textil, nacida en el siglo XVI. A finales del XIX se especializó en la fabricación de fajas, boinas y sus famosos calcetines. Durante la segunda mitad del siglo XX proliferaron los talleres, produciendo más de la cuarta parte de los calcetines y boinas vendidos en España. Ahora mantiene ocho talleres adaptados al mercado con nuevas tecnologías, actualizando sus diseños para competir internacionalmente. Los modelos de sus fábricas tienen diseños divertidos, originales y personalizados, con posibilidades creativas infinitas de dibujos, logotipos y colores. Su alargado trazado urbano siguiendo el valle, dispone de calles longitudinales principales y de calles secundarias transversales, generalmente con fuertes pendientes. A finales del siglo XIX y principios del XX, la burguesía conformó un pequeño bulevar en torno a la Calle del Arzobispo de Manila o "Acera de los Ricos", con un patrimonio ‘indiano’ de palacetes con jardines privados, construcciones de indianos y fabricantes textiles. Tras su regreso, los emigrantes enriquecidos, con sus donaciones dotaron a la villa de servicios públicos, como el mercado cubierto de Teodoro Córdoba, en 1928, las escuelas graduadas “Adolfo Espinosa” ,de 1921, hoy albergue Adolfo Espinosa, el hospital de San Dionisio, hoy residencia de ancianos, el Teatro Glorieta o su pequeña y bonita Plaza de Toros. Su plaza mayor tiene un templete que acoge actuaciones de su banda municipal de música. La Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, se erigió entre 1822 y 1827 sobre otra anterior posiblemente gótica, ya que conservan varios retablos góticos y barrocos, además de seis pasos procesionales de Semana Santa. Es de planta basilical, construida en piedra de sillería con cubierta de bóvedas de aristas y medio cañón con lunetos, arcos fajones y formeros de medio punto. El ayuntamiento es de 1843, con numerosas reformas. En la última de 1930 se adaptó al estilo neoclásico. En el extremo norte de la villa está la ermita de San Roque, patrono de la localidad, que se reformó a finales del siglo XIX, pero su existencia data del siglo XVII. La imagen del santo se posesiona cubierta de uvas y panes cada 15 de agosto, desde la ermita a la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, para celebrar su fiesta al día siguiente. También cuenta con la ermita de San Antonio, estando documentadas otras como la de San Mamés, San Millán o San Martín, que fue la primera parroquia medieval de la villa. Destaca su Fiesta de la Matanza el último fin de semana de febrero, la Feria Indiana “Remembranza” en julio, y a mediados de agosto Nuestra Señora de la Asunción y San Roque. La rica historia de Pradoluengo, sus costumbres, fiestas y entorno natural entre pinares y hayedos con sendas y arroyos hace imprescindible su visita.