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El Modo del Guerrero - Victor Sánchez: Las Enseñanzas de don Carlos - Narración Jemac 5 лет назад


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El Modo del Guerrero - Victor Sánchez: Las Enseñanzas de don Carlos - Narración Jemac

El Modo del Guerrero - Victor Sánchez: Las Enseñanzas de don Carlos - Narración Jemac Don Juan decía en el primer libro de Carlos, que un hombre va al saber como a la guerra. Con miedo, con respeto, bien despierto y con absoluta confianza. Por eso, el hombre que va al conocimiento puede muy bien ser llamado un guerrero. El modo correcto para andar por esos caminos es el modo del guerrero. En «Relatos de Poder» el brujo yaqui nos revela que el vivir como un guerrero «es la goma que pega todas las partes...» de su conocimiento. El ánimo del guerrero es uno de los términos centrales en toda la obra de Castaneda, y constituye la actitud fundamental presente en todo aquello que el camino del conocimiento exige. Don Juan le dice a Carlos que sólo como guerrero podrá sobrevivir en el mundo del brujo, aunque no es indispensable ser brujo para ser guerrero. La posibilidad no es fácil, pero está abierta a cualquiera. La visión donjuanista del guerrero y la lucha que libra es otro ejemplo de una noción de guerra sustancialmente distinta. El guerrero lo es porque está siempre en lucha. Su lucha es contra sus propias debilidades y limitaciones; contra las fuerzas que se oponen al en grandecimiento de su conocimiento y su poder; contra las fuerzas de su destino como hombre común y corriente, determinado en todo por su historia personal y sus circunstancias. Él quiere rescatar la posibilidad de elegir por sí mismo cómo ser y cómo vivir. Es una lucha por la armonía y la quietud. Es una lucha por la libertad a sabiendas de que ésta empieza dentro de uno mismo, para proyectarse de ahí hacia todo lo que compone el mundo en que actúa. Es una lucha callada, suave y alegre. El modo del guerrero es una actitud; una forma de vivir constan temente el desafío de ser, que por lo mismo no admite una definición exacta o totalizante. Más bien, la actitud del guerrero es una noción, una dirección, una persistencia en elegir la manera fuerte y auténtica en cada acto. Quizá el sello más representativo del guerrero, sea su persistencia en buscar la impecabilidad en cada una de sus acciones; hasta en la más mínima. Entiende la impecabilidad como el dar lo mejor de sí mismo en cada cosa que hace; lo que desde el punto de vista de la energía significa su uso óptimo. Aun cuando todas sus otras motiva ciones se derrumben, el guerrero persistirá en su forma de conducta, aunque sea sólo por la impecabilidad misma. A partir de este concepto abierto, surgen toda una serie de directrices aplicables a casi la totalidad de las acciones humanas. Es la vida sobria del guerrero la que da el equilibrio y la entereza necesarios para sortear todos los momentos difíciles del camino del conocimiento, sin importar cuanto pueda su razón confundirse o su ego sentirse lastimado en un momento dado. Cualquier cosa que uno esté haciendo puede buscar hacerla al modo del guerrero. Al modo de aquél que siempre está en lucha y nunca abandonado, que no admiten la dejadez ni la entrega, que convierte el más pequeño de sus actos en el desafío de poder llevarse más allá de sus límites cada vez, de ser mejor, más potente, más suave, más real... Entre los elementos que conforman las armas fundamentales de un guerrero podemos destacar la voluntad, como un poder que emana de sí mismo para tocar y sentir al mundo, aún para dirigirlo; un poder que habrá de llevarlo a batallas más grandes y más intensas, las mismas que su razón no se atrevería a enfrentar. Y es que el guerrero ya no es más un hombre encadenado a los miedos y fantasías de su pensamiento, sino que atiende a su sentimiento y la fuerza que lo impulsa es su poder personal, esa energía sustancial que con tanto esfuerzo ha ido ahorrando e incrementando. Cuenta también con la conciencia plena de su muerte inminente y hace de cada acto su última batalla y -por lo tanto- lo mejor de sí. Por eso, con la muerte como compañera constante que infunde poder a cada uno de sus actos, transforma en tiempo mágico su tiempo como hombre vivo sobre la tierra. La conciencia de su muerte inminente lo dota también del desapego necesario para no aferrarse a nada y para no negarse nada. Despegado de todo, consciente de su brevedad y en constante lucha, el guerrero aprende a construir su vida a través del poder de sus decisiones. Trabaja a cada momento por lograr el control sobre sí mismo y al hacerlo logra el control de su mundo personal. Toma en sus manos el rumbo de su vida y lo dirige estratégicamente. Cada cosita que hace es un punto de su estrategia. De hecho, control y estrategia son dos factores siempre presentes en su modo de andar por la vida

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