У нас вы можете посмотреть бесплатно A Margarita Debayle (Poema de Rubén Darío) 2011 или скачать в максимальном доступном качестве, которое было загружено на ютуб. Для скачивания выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса savevideohd.ru
Esta es una versión editada, apreciamos este poema, 100 años despues aun vigente esta obra maestra de Darío, gracias por verlo y apreciar el arte de la literatura latinoamericana, saludos hispanoparlantes. Es la historia de una joven princesa, que dejará su extraordinaria vida para seguir su propio sueño, un viaje lleno de esperanzas e ilusiones, para todas aquellas personas valientes que quieran seguir su propia estrella. A Margarita Debayle, escrito en 1908 en la isla del Cardón, Nic. (Por Rubén Darío, poeta nicaragüense padre del Modernismo) Acá una muestra exquisita del "Verso Alejandrino" en Darío Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar; tu acento. Margarita, te voy a contar un cuento. Este era un rey que tenía un palacio de diamantes, una tienda hecha del día y un rebaño de elefantes. Un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú, y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita como tú. Una tarde la princesa vio una estrella aparecer; la princesa era traviesa y la quiso ir a coger. La quería para hacerla decorar un prendedor, con un verso y una perla, una pluma y una flor. Las princesas primorosas se parecen mucho a ti. Cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así. Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar. Y siguió camino arriba, por la luna y más allá; mas lo malo es que ella iba sin permiso del papá. Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor, se miraba toda envuelta en un dulce resplandor. Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho? Te he buscado y no te hallé; y ¿qué tienes en el pecho, que encendido se te ve?" La princesa no mentía, y así, dijo la verdad: "Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad." Y el rey clama: "¿No te he dicho que el azul no hay que tocar? ¡Qué locura! ¡Qué capricho! El Señor se va a enojar." Y dice ella: "No hubo intento: yo me fui no sé por qué; por las olas y en el viento fui a la estrella y la corté." Y el papá dice enojado: "Un castigo has de tener: vuelve al cielo, y lo robado vas ahora a devolver." La princesa se entristece por su dulce flor de luz, cuando entonces aparece sonriendo el buen Jesús. Y así dice: "En mis campiñas esa rosa le ofrecí: son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí." Viste el rey ropas brillantes, y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar. La princesa está bella, pues ya tiene el prendedor, en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor. Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar: tu aliento Ya que lejos de mí vas a estar guarda, niña, un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento.